Acusaciones de maniobras de apariencia delictiva y preguntas que a juicio de los promotores de la interpelación no fueron respondidas adecuadamente, acorralaron a los responsables de Círculo Católico, la empresa que se quedó con el edificio, los usuarios y los beneficios de la cerrada institución después que ésta atravesó fuerte crisis económica.
La interpelación que estuvo encabezada por la Diputada frenteamplista Cecilia Cairo, se desarrolló desde media mañana de ayer con fuertes acusaciones al presidente de ASSE Leonardo Cipriani y a otros miembros de la actual directiva.
Cairo acusó al Ministerio de Salud Pública de hacer abandono de Casa de Galicia en los momentos más críticos, y paralelamente Círculo Católico obtuvo en tiempo récord, un préstamo del Banco de la República para adquirir las instalaciones y quedándose con el botín tras una situación que no tenía salida.
Preguntándose qué intereses ocultos operaron y por qué el Círculo Católico es el gran beneficiario de esta situación, la Diputada consideró inexplicable cómo una infraestructura de semejante tamaño como Casa de Galicia no fuera incorporada a ASSE ya que se trataba de una adquisición que se pagaba sola y sin embargo se priorizó otro camino que benefició únicamente a Círculo Católico.
Cairo fue más lejos y dijo que las interventoras de Casa de Galicia fueron premiadas luego con cargos como por ejemplo una de ellas designada Presidenta de la Junta Nacional de Salud (JUNASA) y la otra como encargada del Sanatorio Círculo Católico.
La Ministra Karina Rando que compartió su exposición con el Subsecretario José Luis Satdjian aseguró que Casa de Galicia no fue cerrada por el Poder Ejecutivo, sino por una sentencia judicial en razón de su estado de insolvencia que la hacía insostenible y apuntó a Alberto Iglesias, que, en su carácter de Presidente de Casa de Galicia, solicitó el concurso que derivó en los hechos conocidos.